- Con un caudal de cierre de 10,5 m3/s y después de 144 días, tras las lluvias del pasado 29 y 30 de abril, se suspendió la Declaración de Escasez de las Aguas del Río Ñuble.
- “Esta situación podría mejorar si la subcuenca del río Ñuble almacenara agua a través de una obra contención como un embalse de cabecera, la cual, resguardaría una porción del agua de invierno para ser utilizada en los meses de verano, donde se produce la mayor demanda del recurso”, expuso Fernando Rueda, presidente de la JVRÑ.
El pasado lunes 8 de mayo la Junta de Vigilancia del Río Ñuble (JVRÑ) realizó una reunión Extraordinaria de Directorio, con el objeto de suspender, desde el 11 de mayo, la Declaración de Escasez de las Aguas del Río Ñuble y las medidas de distribución extraordinarias de su caudal, debido a la disminución en la demanda de los canales por captar agua y por anticiparse a las exigencias por parte de la Dirección General de Aguas (DGA), que obliga, mediante resolución, el cierre total o parcial con los resguardos pertinentes frente a potenciales crecidas del río.
La medida se tomó después de las precipitaciones del pasado 29 y 30 de abril, cuando se registró un caudal máximo de 245 m3/s en el Río Ñuble y la estación DGA San Fabián registró 70 mm de precipitaciones.
Cabe recordar que el período de distribución extraordinaria había sido decretado el pasado 19 de diciembre del 2022, cuando la estación San Fabián daba cuenta de un caudal de 43m3/s. El caudal de cierre de la temporada, en tanto, quedó registrado en 10,5 m3/s.
Según explicó Fernando Rueda, presidente de la JVRÑ, la temporada que estamos dando cierre tuvo mayor disponibilidad de agua en el río, producto de una mayor acumulación nival durante el invierno. Sin embargo, esta cantidad de nieve, a la que podemos referimos como reserva natural de agua, comenzó su derretimiento a partir de septiembre, aumentando el flujo del caudal del Río Ñuble en los meses donde la demanda es menor. De esta manera, agregó, se puede observar que el comportamiento en los meses de mayor necesidad sigue siendo muy similar al de la temporada anterior y las últimas temporadas.
“Esta situación podría mejorar si la subcuenca del río Ñuble almacenara agua a través de una obra contención como un embalse de cabecera, la cual, resguardaría una porción del agua de invierno para ser utilizada en los meses de verano, donde se produce la mayor demanda del recurso”, explicó Rueda.